Queridos vecinos de Velefique, no os podéis imaginar la inmensa felicidad que es para mí expresaros mi cariño por este pueblo. Muy difícil me resulta estar a la altura de los magníficos pregones de Ramón y Marcela en los años anteriores, pero voy a intentarlo. La verdad es que os tengo tan próximos que me cuesta mucho poner palabras a lo que siento y he sentido desde que vine por primera vez a este pueblo en 1973; me trajo hasta vosotros el haberme enamorado de uno de los vuestros.
Mi vida había sido un transitar constante por diversos pueblos, dada la condición militar de mi padre, por lo cual no me creé muchas expectativas y pensé que sería un pueblo más, pero sí, sí, que equivocación, porque al poco de llegar sentí eso tan especial que tiene Velefique, una acogida entrañable y una hospitalidad que me hizo integrarme entre vosotros como si hubiese nacido aquí.
Por otra parte entré en una familia que también os ha querido de corazón, desde mis suegros, mi marido y ahora también mis hijos, para los que Velefique ha sido su referente desde niños y aquí tienen sus raíces. Me ha dado tanto esta gente que, sabiendo lo que han hecho por la educación mis queridos antepasados desde la abuela Antonia y después mis suegros, he intentado agradecerlo, colaborando en la formación de agunos jóvenes velefiqueños que han respondido como fieles herederos vuestos dándome la sastisfación de haber culminado unos estudios con pleno éxito que los han llevado a ser profesionales muy cualificados y aglunos incluso a la Universidad.
Como sabéis, me gusta acompañar, cómo hacéis vosotros, los cortejos fúnebres hasta el cementerio y allí rezar una oración por mi ser más queridos, mi madre, que reposa entre vuestros difuntos. ¿Qué cosas valoro de vosotros? La alegría, la ilusión que ponéis en todas las celebraciones, desde la matanza, la paella, las procesiones de San Roque y todos aquellos eventos que sirven para dignificar y engrandecer nuestro pueblo.
Desde aquí quiero animar a todos para que os vengáis a vivir aquí y paséis unos años maravillosos; yo doy testimonio de esto y desde que me jubilé estoy aquí entre vosotros. Algunas veces me pregunto ¿qué habré hecho yo de bueno para que la vida me recompense de vivir mis últimos años en Velefique? Por todo lo que he dicho y muchas cosas más, permitidme que os de las gracias y os anime a decir todos juntos:
¡¡¡ VIVA VELEFIQUE Y VIVA SAN ROQUE!!!
Socorro López González