Como canchas en la arena
veo en las nubes en el cielo,
peinando la larga melena de,
los dioses, el más viejo.
Como tintes en un lienzo,
los arbustos en la sierra.
Aunque le acaricien al viento,
su corazón está en la tierra.
Puede que hoy,
la gente, por su falta de nobleza,
necesite abrir su mente,
mirar la naturaleza;
no somos tan diferentes
de la lluvia o de la maleza.
Luis Saracho Cruz