Cuando vine a Velefique, yo era un niño normal y corriente de Barcelona, que quería experimentar sensaciones diferentes a las que vivo día a día. Era bastante tímido, pensé que eso no ayudaría mucho a relacionarme con otros niños, pero no fue así, ya que la gente que vivía en ese pueblo era muy simpática.
Pues gracias a eso conocí a un chico llamado Serafín, el cual me ayudó en la instalación y me ense- ñaba las partes del pueblo, pero eso no es todo, a raíz de mi amistad con él, conocí a Susana, María, Félix, Leire, Carlos, Javi…
Pero en ciertas circunstancias, Velefique siempre será algo muy grande que llevo en la sangre, ya que llevo veraneando cada año desde pequeño. Nunca pensé que un pueblo podía llevarme a experimentar tantas vivencias y ya que soy un chico que le gusta conocer y relacionarme con mucha gente agradable, para mí, será el mayor pueblo en mi vida.